Educar sin castigar es posible. Pero para ello debemos cambiar nuestro estilo educativo. A golpe de sanciĂłn no se consigue nada, porque en educaciĂłn nada se consigue a golpes. El castigo no ha de ser la norma, sino la excepciĂłn; no ha de ser ordinario, sino algo extraordinario.Una dinĂĄmica de premios y castigos nos lleva a un punto muerto, o incluso de retroceso. La Ășnica forma de salir adelante pasa por cambiar de metodologĂa. Si algo no funciona, es poco inteligente que continuemos utilizĂĄndolo. Probemos otras alternativas, como la motivaciĂłn positiva, el diĂĄlogo, las consecuencias educativas sensatas o las estrategias para ejercer la autoridad; de todas ellas se habla en este libro.Eso no significa que no hayamos de contar con los premios y los castigos; al contrario, debemos conocer muy bien su funcionamiento para llegar a no tener que utilizarlos, de modo que nuestro estilo educativo tenga como lema: la letra con cariño entra y haga posible educar sin castigar.La misiĂłn que nos corresponde como padres tiene un alcance inconmensurable. Somos, parafraseando a George Steiner, cĂłmplices de una posibilidad trascendente, pues en nuestras manos estĂĄ lo que serĂĄn nuestros hijos, y de cĂłmo los eduquemos dependerĂĄ en gran medida quĂ© tipo de personas llegarĂĄn a ser.
Pilar Guembe y Carlos Goñi, (Pamplona, 1963) estĂĄn casados y son padres de AdriĂĄn y Paula. Llevan 25 años dedicados a la enseñanza, durante los cuales han acumulado mucha experiencia tanto en el trato con padres como con alumnos. Pilar es pedagoga y trabaja como profesora y orientadora. Carlos es doctor en filosofĂa y escritor. Juntos imparten conferencias y asesoran en temas educativos. Escriben artĂculos en diferentes medios y son autores de Aprender de los hijos, dedicado a la maravillosa experiencia de ser padres, Porque te quiero, sobre la etapa mĂĄs decisiva en la educaciĂłn de los hijos (desde los 0 a los 12 años), No se lo digas a mis padres y No me ralles, donde afrontan los conflictos mĂĄs comunes en la adolescencia.




