El estudio de la filosofía griega en la antigüedad es sumamente importante. Nos ayuda a entender los conocimientos que representan la base de la vida tal y como se conoce hoy en día.
Saber acerca de la historia filosófica permite tener noción del avance del pensamiento humano a través de los años.
A pesar de ser los nombres más conocidos, la filosofía va mucho más allá de Platón y Aristóteles, con figuras que se opusieron a sus perspectivas de la vida y plantearon sus propias ideas igual de relevantes.
No se puede hablar de filósofos sin hacer mención del trabajo de Epicuro de Samos, una de las figuras más importantes de la Antigua Grecia.
Este personaje histórico notablemente creó su propia corriente de la filosofía, el epicureísmo. Esta escuela planteaba a la felicidad y obtención de placeres como sinónimos, una controversial opinión para la época.
Desde su nacimiento en una cuna noble, Epicuro tuvo la oportunidad de explorar diferentes ramas del saber y formar su singular perspectiva de la vida, ejerciendo una influencia en la filosofía que se evidencia hasta la actualidad.
Como tributo a esta figura de la filosofía, te traemos la publicación ideal para conocer más acerca de los detalles más resaltantes de su trayectoria. Presentamos 7 datos curiosos peculiares sobre de la vida de Epicuro de Samos.
Curiosidades sobre la obra y vida de Epicuro de Samos
1. Rechazo a las ideas de su maestro
Desde su adolescencia, Epicuro se vio íntimamente relacionado con el mundo de la filosofía. Su mentor fue Nausifanes, quién a su vez fue pupilo de Demócrito.
Aunque es cierto que fue su discípulo, Epicuro dirigió fuerte críticas a las enseñanzas y perspectivas de Nausifanes en su vida adulta.
2. Relaciones amistosas con otros filósofos destacados
A través de viajes que realizó por el territorio griego, estableció amistades con notorios filósofos. Entre ellos, encontramos a Hemarco de Mitilene, y los hermanos Metrodoro y Timócrates de Lámpsaco.
Más adelante, estos tres filósofos ayudarían a Epicuro en la fundación y las enseñanzas de su instituto educativo.
3. Escuela revolucionaria para todo el mundo
El centro de educación fundado por Epicuro en la localidad de Atenas en el año 306 a.C. se llamó “El Jardín”. En este lugar, Epicuro pasaría la mayor parte de su trayectoria.
Este instituto de aprendizaje destacaba por permitirle la participación a mujeres, prostitutas e incluso esclavos. Esto era completamente inusual e inaceptable para la época, recibiendo un sinfín de críticas.
En este sentido, “El Jardín” se alzó por su singularidad al ofrecerle oportunidades a todas las personas por igual. Se diferenció de los institutos fundados por Aristóteles y Platón, que solo aceptaban a hombres de la alta sociedad.
4. Diferencia entre satisfacción y locura según Epicuro
Si bien es cierto que la perspectiva epicúrea priorizaba alejar cada obstáculo que desvía al individuo de la calma, no motivaba al descontrol.
En realidad, el planteamiento de Epicuro de Samos asegura que la satisfacción humana se logra a través de las necesidades básicas y no mediante el caos.
5. Oposición al miedo a la muerte
Uno de los pensamientos más notorios de Epicuro de Samos está relacionado con el miedo a la muerte.
Epicuro garantizaba que esta fobia es ilógica, pues la existencia de la vida no involucra a la muerte, y cuando llega la muerte, ya no hay existencia.
Por lo tanto, según la filosofía Epicúrea, no tiene fin preocuparse por algo que nunca existirá al mismo tiempo que nosotros.
6. Transformación de la materia
Con respecto a su perspectiva atomista, Epicuro de Samos seguía un pensamiento similar al de Sócrates.
Aun así, aseguraba que, a pesar de que es cierto que todo elemento está constituido por la misma materia, esta composición está en constante movimiento, colisión y cambio.
Es decir, según Epicuro, la materia no se veía modificada en su naturaleza, sino en su capacidad para formar nuevas uniones y combinaciones con otros elementos.
7. Postura religiosa de Epicuro
Con respecto a sus creencias religiosas, este filósofo se encontraba en un punto medio entre creer y no creer, pero no afectaba a sus perspectivas de la vida.
Aceptaba la posibilidad de la existencia de dioses, pero aseguraba que estos seres divinos no ejercían una influencia directa sobre la forma en la que todo sucede.
De esta manera, Epicuro de Samos se establece como uno de los primeros filósofos griegos agnósticos.
«Debemos buscar a alguien con quien comer y beber antes de buscar algo que comer y beber, pues comer solo es llevar la vida de un león o un lobo»
— libros.eco | Librería Online (@LibrosEco) September 18, 2021
✍️ Epicuro de Samos pic.twitter.com/bFemeddP0e