William Borroughs es una de las figuras más importantes de la Generación Beat, el grupo de escritores que tuvieron lugar en la década del 50 del siglo pasado, estos compartieron muchos elementos en sus obras como el rechazo de los valores conservadores y la promoción de la libertad sexual.
Nacido el 5 de febrero de 1914 en medio de una familia acomodada. Se tituló en Harvard en 1936, durante su adolescencia temprana descubrió sus inclinaciones homosexuales, tuvo una época autodestructiva en su vida durante su primera incursión en la literatura.
Fue a partir de los años 60 que se dedicó a escribir con mucha frecuencia, todas sus primeras obras se enmarcan en el movimiento de la Generación Beat. Sus temas trataban tintes autobiográficos, explorando su adicción a sustancias como la heroína.
La obra de Burroughs se dedicó a ir en contra de todo lo convencional, haciendo que las narraciones jugaran con el azar y la ironía. En ese sentido, fue un destructor de la corrección política, yendo en contra de la corriente literaria y desplegando todo su ingenio en retratar su crítica hacia los valores estadounidenses más convencionales.
Burroughs demostró su humanidad a través de la narrativa, sin embargo, para encontrarlo se debe mirar con detenimiento su obra. Por supuesto, lo más evidente es su autodestrucción y llevar su mensaje contracultura hasta las máximas consecuencias. Para muchos, este autor siempre escribió desde sus demonios y desde su lado más oscuro, haciendo que cada argumento por muy perverso que pareciese, fuese un reflejo de lo que él era.
Libros destacados de William Borroughs
El almuerzo desnudo (1959)
Es una obra que no tiene una línea argumental ni temporal definida, solo están escasamente conectadas entre sí al tratarse de un mismo personaje. Los capítulos de esta novela se pueden leer en cualquier orden, la novela repasa los acontecimientos en la vida de William Lee quien viaja desde Estados Unidos a México.
La novela escrita por Burroughs tiene una importante carga autobiográfica, las experiencias narradas están inspiradas en la experiencia del autor con diferentes drogas. De hecho, el protagonista, William Lee, puede entenderse como un alter ego de Burroughs.
La obra escrita por Burroughs tiene una narrativa con tintes poéticos y mucha imaginación. Más allá de eso, emplea un estilo experimental al no definir una línea temporal en su obra, dando como resultado final una obra cargada de atractivo con una trama muy singular. Además, es una obra que explora muy de cerca las consecuencias físicas y psicológicas de diferentes drogas.
Yonqui (1953)
William Lee también es el protagonista de esta obra. En este caso, la historia comienza con el principio de la adicción del alter ego de Burroughs, narra cómo la probó la morfina y poco a poco va cayendo en un agujero infinito con otras drogas. En toda la historia se narra la aventura del protagonista para sortear el arresto, sus intentos por rehabilitarse y sus recaídas incesantes.
La narración que presenta Burroughs carece de sentimientos o filtros para adornar el mensaje. Al contrario, es una narrativa de corte periodístico, es decir, se centra en los detalles, las descripciones y el acercamiento a la realidad, todo esto, dejando de lado cualquier intención de emitir juicios de valor o incluir profundidades humanas en el relato.
Burroughs, en esta obra, solo se dedica a mostrar la brutalidad y las consecuencias de la adicción a las drogas. Todo desde la narración de un adicto, más allá de buscar justificación o respuestas, solo narra las vivencias y realidades.
Queer (1985)
Se trata de una continuación parcial de Yonqui. Está ambientada en una ciudad ficticia, más bien en un suburbio que Burroughs llamó la interzona. Se trata de cualquier lugar entre Ciudad de México y Panamá.
En este texto, Lee tiene una historia de amor con un joven llamado Allerton. Ambos parten a buscar una droga capaz de conseguir el control total del cerebro, este viaje es la mejor forma de entender todo el universo literario que construyó Burroughs a lo largo de su carrera.
La novela corta presentada por Burroughs es una historia de amor muy realista, enmarcada por el uso de drogas mientras emite una crítica política en el proceso.