La universidad española ha cumplido una gran misiĂłn, contribuyendo al desarrollo econĂłmico de nuestro paĂs. Sin embargo, por decisiones polĂticas arbitrarias, existen bastantes universidades de baja calidad y carentes de sentido. Porotra parte, la gestiĂłn de la universidad pĂșblica no evoluciona al igual que lohacen otras organizaciones. Lo que ayer valĂa hoy no vale. La gestiĂłn estĂĄ politizada, no existe un modelo dinĂĄmico donde los mĂĄximos responsables (Rector,Decanos, Directores de Departamento) puedan tomar libremente decisiones, sometidos a la voluntad del Claustro, Juntas de Facultad y Juntas de Departamento,en una estructura organizacional burocrĂĄtica. A su vez, aunque existen excelentes profesores, los hay que se amparan en una legislaciĂłn que les permite continuar de por vida en el sistema, con un comportamiento para nada profesionalque no les valdrĂa en las organizaciones empresariales. La universidad debe dar a la sociedad lo que esta demanda. Los planes de estudio deben configurarsede acuerdo a las necesidades de la misma. El contenido de las asignaturas lo deben realizar equipos mixtos de acadĂ©micos y profesionales que trabajan en elmercado. No cabe duda de que en la universidad no puede haber recortes. Pero esto no debe enmascarar la gestiĂłn de la universidad pĂșblica española, con deficiencias, donde existe un gasto notable para los resultados que obtiene. Vamosen el furgĂłn de cola del ranking de universidades internacionales y tenemos cifras alarmantes de fracaso escolar. Algo no se estĂĄ haciendo bien y lo importante es reconocer que la universidad española tiene que reaccionar y cambiar.

Universidad pĂșblica
11,99 €
La universidad española ha cumplido una gran misiĂłn, contribuyendo al desarrollo econĂłmico de nuestro paĂs. Sin embargo, por decisiones polĂticas arbitrarias, existen bastantes universidades de baja calidad y carentes de sentido. Porotra parte, la gestiĂłn de la universidad pĂșblica no evoluciona al igual que lohacen otras organizaciones. Lo que ayer valĂa hoy no vale. La gestiĂłn estĂĄ politizada, no existe un modelo dinĂĄmico donde los mĂĄximos responsables (Rector,Decanos, Directores de Departamento) puedan tomar libremente decisiones, sometidos a la voluntad del Claustro, Juntas de Facultad y Juntas de Departamento,en una estructura organizacional burocrĂĄtica. A su vez, aunque existen excelentes profesores, los hay que se amparan en una legislaciĂłn que les permite continuar de por vida en el sistema, con un comportamiento para nada profesionalque no les valdrĂa en las organizaciones empresariales. La universidad debe dar a la sociedad lo que esta demanda. Los planes de estudio deben configurarsede acuerdo a las necesidades de la misma. El contenido de las asignaturas lo deben realizar equipos mixtos de acadĂ©micos y profesionales que trabajan en elmercado. No cabe duda de que en la universidad no puede haber recortes. Pero esto no debe enmascarar la gestiĂłn de la universidad pĂșblica española, con deficiencias, donde existe un gasto notable para los resultados que obtiene. Vamosen el furgĂłn de cola del ranking de universidades internacionales y tenemos cifras alarmantes de fracaso escolar. Algo no se estĂĄ haciendo bien y lo importante es reconocer que la universidad española tiene que reaccionar y cambiar.
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| Autor | |
|---|---|
| Estado | Bueno |
| NĂșmero de pĂĄginas | 118 |
| Editorial | Ediciones DĂaz De Santos, S.A. |
| Idioma | |
| ISBN | 9788499698915 |



