ÂżQuĂ© habrĂas hecho tĂș?
Europa, 1938. Cuando se ve forzado a abandonar una prometedora carrera en una empresa estadounidense, Thomas Heiselberg decide trabajar para la maquinaria nazi en Polonia. Mientras tanto, en Leningrado, Aleksandra Weissberg, hija de un intelectual judĂo, debe elegir entre traicionar a sus padres, a quienes cree condenados sin remedio, o poner en juego su propia vida y la de sus hermanos pequeños, y accede a implicarse con el Comisionado del Pueblo para Asuntos Internos de Stalin.
Enfrentados al ocaso de un mundo que se desmorona, Thomas y Aleksandra han resuelto sobrevivir a cualquier precio. En el camino aprenderĂĄn que ciertas decisiones pueden marcar el curso de una vida. Y otras cambian el curso entero de la historia.
Reseñas:
«Dostoievski escribirĂa asĂ si viviera hoy en Israel.»
Frankfurter Allgemeine Zeitung
«Las buenas personas es el tipo de novela que sĂłlo aparece muy de vez en cuando. Su magnitud es similar a la de Viaje al fin de la noche de CĂ©line… Baram coloca un espejo implacable frente a #las buenas personas#, es decir, frente a todos nosotros.»
Reuven Miran, Haaretz
«Una gran novela sobre la culpabilidad y la moral. Una lectura adictiva.»
EĂlinger Zeitung
«Las buenas personas estĂĄ escrita con gran talento, Ămpetu e ingenio. En su nĂșcleo late una curiosidad inmensa que es, ante todo, una curiosidad moral. Este libro amplĂa las fronteras de la literatura joven y abre nuevos horizontes. Thomas y Aleksandra son personajes complejos, con sus contradicciones y su gran profundidad. El trabajo de investigaciĂłn ha sido arduo y la novela seduce enormemente.»
Amos Oz
«Una novela impresionante y atrevida, un viaje sin retorno al infierno.»
La Repubblica
«Las buenas personas es una novela audaz y brillante que define una nueva tendencia en la literatura israelĂ que amplĂa su visiĂłn del mundo y se atreve a tratar asuntos humanos e histĂłricos.» A. B. YehoshĂșa
«Nir Baram es el justo heredero de las estrellas literarias Amos Oz y David Grossman.»
Marko Martin, Cicero
«Una novela magnĂfica. No hay duda: Israel tiene un nuevo gran escritor.»
Literatuurplein
