Los fragmentos o modos que componen este libro son islas poĂ©ticas levemente conectadas. Ciudades en ruinas, inquietantemente extrañas, como si De Chirico hubiera adoptado el papel de arquitecto. En mitad de la tranquila devastaciĂłn y de un sentimiento de desarraigo, se anuncia un cambio de piel y una voluntad estĂ©tica que acoge distintos registros: el cine, la performance, la danza, ciertos motivos pictĂłricos y filosĂłficos. Nos podemos cruzar con Serge Gainsbourg y con Jackson Pollock, con Pina Bausch y Blanchot. Se reflexiona sobre la ciudad, una ciudad a ratos onĂrica, a ratos tremendamente fĂsica recorrida por un peatĂłn que no cesa de pensar y poetizar, de asociar referencias tanto erĂłticas como teĂłricas. El cine funciona como fundamento y explicaciĂłn de las pasiones, de la carne, de la piel. La piel como soporte para la escritura, que es herida, zarpazo y caricia, tatuaje fatal. Y, como intermitente ruido de fondo, como banda sonora, ciertos temas de John Coltrane, cuyas composiciones estĂĄn en el origen de este libro. Sus meandros y sus largos y tortuosos desarrollos. Un libro que es deudor de Crescent, ĂĄlbum del propio Coltrane. TambiĂ©n es una reflexiĂłn sobre la propia escritura y sobre la muerte, sobre el acto de escribir siempre adherido al cuerpo de quien escribe. De alguna manera, los fragmentos o modos de este libro cumplen con la sentencia de Walter Benjamin, que dice: âEn las ĂĄreas de las que nos ocupamos, la comprensiĂłn sĂłlo se produce en forma de relĂĄmpagos. El texto es el largo trueno que los sigueâ.


Desaparecer en un solo de coltrane
16,99 €
Los fragmentos o modos que componen este libro son islas poĂ©ticas levemente conectadas. Ciudades en ruinas, inquietantemente extrañas, como si De Chirico hubiera adoptado el papel de arquitecto. En mitad de la tranquila devastaciĂłn y de un sentimiento de desarraigo, se anuncia un cambio de piel y una voluntad estĂ©tica que acoge distintos registros: el cine, la performance, la danza, ciertos motivos pictĂłricos y filosĂłficos. Nos podemos cruzar con Serge Gainsbourg y con Jackson Pollock, con Pina Bausch y Blanchot. Se reflexiona sobre la ciudad, una ciudad a ratos onĂrica, a ratos tremendamente fĂsica recorrida por un peatĂłn que no cesa de pensar y poetizar, de asociar referencias tanto erĂłticas como teĂłricas. El cine funciona como fundamento y explicaciĂłn de las pasiones, de la carne, de la piel. La piel como soporte para la escritura, que es herida, zarpazo y caricia, tatuaje fatal. Y, como intermitente ruido de fondo, como banda sonora, ciertos temas de John Coltrane, cuyas composiciones estĂĄn en el origen de este libro. Sus meandros y sus largos y tortuosos desarrollos. Un libro que es deudor de Crescent, ĂĄlbum del propio Coltrane. TambiĂ©n es una reflexiĂłn sobre la propia escritura y sobre la muerte, sobre el acto de escribir siempre adherido al cuerpo de quien escribe. De alguna manera, los fragmentos o modos de este libro cumplen con la sentencia de Walter Benjamin, que dice: âEn las ĂĄreas de las que nos ocupamos, la comprensiĂłn sĂłlo se produce en forma de relĂĄmpagos. El texto es el largo trueno que los sigueâ.
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| Autor | |
|---|---|
| Estado | Excelente |
| NĂșmero de pĂĄginas | 216 |
| Editorial | Editorial Pre-Textos |
| Idioma | |
| ISBN | 9788417143060 |





