Boomerang: viaje al corazón de australia

Un viaje a Australia es como una suma de viajes. En primer lugar, porque Australia es una isla-continente enorme, más grande que Europa y habitado sólo por diecinueve millones de personas, donde las carreteras tienen rectas de cuatrocientos kilómetros y donde el tren tarda tres días en recorrer los tres mil kilómetros de distancia que hay entre Perth y Sidney, entre el este y el oeste. En segundo lugar, porque el paisaje es tan variado que permite contrastes tan fuertes como el de pasar del cosmopolitismo de Sidney y Melbourne al desierto de Outback y a la misteriosa Ayer’s Rock (Uluru para los aborígenes). Xavier Moret hizo todo esto en un viaje que pretendía llegar a comprender este continente lejano rebosante de animales extraños (como el canguro, el koala y el ornitorrinco) y de emigrantes de todo el mundo que han visto Australia como la última frontera y que tienen mil historias que explicar.