Tenemos una mente. Es ilimitada, a esa conclusión he llegado. Pero perezosa. La gente dice: «Siente las cosas cerrando los ojos». Yo digo: «No, ¥siente las cosas abriendo los ojos! Muy abiertos».
Ahora ya sĂ© a la perfecciĂłn, y sin ideas inmaduras, que ser vampiro no es un privilegio. TambiĂ©n sĂ© que es muy posible cruzarse con un vampiro. Leed (y releed, si es preciso) este libro para saber los peligros que os acechan si veis un vampiro o habĂ©is creĂdo verlo. Â
Y no olvides nunca la frase de Sarah Rubin: «No dudes nunca de lo que solo ves tĂș».




