El Folklore, disciplina y término de origen inglés, fue introducido en España por Machado y Álvarez; su maestría en esta actividad científica fue aceptada por todos y su meritoria labor de investigación del «saber popular», así como su labor divulgadora, han sido reconocidas desde muy diversas posiciones. Pero junto a Machado otras personalidades de la intelectualidad sevillana, como Luis Montoto y Rautenstrauch, impulsadas y orientadas por él, se movieron en favor de la nueva forma de concebir las clases populares y sus creaciones, e incluso de la propia historia, que trasladaba su centro de gravedad de las individualidades a la sociedad. Podemos considerar al libro Costumbres populares andaluzas como una monografía etnográfica, descriptiva del modo de vida, creencias, relaciones sociales, fiestas y actividades económicas de las clases subordinadas, centrada en la vida del corral sevillano, pero con un valor de generalización más amplio que incluye a sectores populares de otras ciudades y núcleos rurales de Andalucía. El corral es el centro sobre el que gira la descripción, aunque hace escapadas fuera del corral y de la propia ciudad.