J. D. Salinger: 3 libros destacados del autor

Jerome David Salinger figura como uno de los autores más importantes de la literatura americana, además, tiene un puesto entre los mejores del mundo literario en general. Su popularidad la obtuvo a partir de El guardián entre el centeno, esta obra figura como una de las referencias literarias estadounidenses. 

Nacido el 1 de enero de 1919 en el seno de una familia dedicada a la importación de carnes y quesos europeos. Al repasar su vida se pueden conseguir varios acontecimientos interesantes, él se alistó en el ejército para 1942, luego de un tiempo fue entrenado para el servicio de contraespionaje militar. 

Al conseguir el éxito literario, publicó diversas colecciones de relatos y novelas cortas. Tiene ideas bastante marcadas en sus obras, se centra en mostrar las contradicciones del ser humano entre ser una persona civilizada y tener una noción de psicopatía escondida en algún lugar. 

Después de ser una figura notable, Sallinger escogió escapar de la exposición y notoriedad pública que le había conseguido ser un escritor reconocido. Se mudó a New Hampshire y luchó por mantenerse alejado de la atención de todos. Durante ese tiempo, continuó escribiendo algunas obras que no fueron publicadas. 

De hecho, para ese momento, tuvo un conflicto legal por la publicación de un libro que recopilaba distintas cartas escritas por él a amigos. Trató de que no el libro no fuera publicado para mantenerse marginado de la vida pública, sin embargo, el libro fue publicado con las cartas parafraseadas.  

3 libros destacados de J. D. Salinger

Nueve cuentos (1953)

Esta obra se trata de una colección de relatos cortos, precisamente de nueve cuentos. Entre ellos, se encuentran dos de los cuentos más famosos del autor: Para Esmé, con amor y sordidez, y Un día perfecto para el pez banana. El último está protagonizado por Seymour Glass, el mayor de los hermanos Glass. Para entrar en contexto, la familia Glass aparece en varias de sus obras y poco a poco se entiende la dinámica interna de esta. 

Nueve cuentos es una colección que mantiene muy atraído al lector. El lenguaje que emplea Salinger tiene la virtud de describir todo a la perfección, al punto de acercarte al relato y sentir que estás inmerso en él. 

En esta obra, Salinger se encarga de demostrar su talento innato para emplear diálogos poderosos que tienen mucha profundidad en pocas líneas. Charlas trascendentales y filosóficas son el lugar común en estos cuentos, de hecho, es posible entrever las conversaciones de carácter transaccional en algunos pasajes.  

Franny y Zooey (1961)

En esta obra rescata a dos integrantes de la familia ficticia creada por Salinger: los Glass. En este caso, los protagonistas son Franny y Zooey, la primera es una universitaria que encuentra en las religiones orientales una nueva forma de ver la vida, por su parte, Zooey es un actor que intenta ayudar a su hermana en medio de sus crisis existenciales. 

Salinger demuestra nuevamente que tiene una habilidad única para generar una historia interesante y atractiva para el lector en un formato corto. Es capaz de describir a través de diálogos, usando situaciones particulares que desentrañan a los personajes a la perfección. 

Les da la oportunidad a los personajes de expresarse en su propia voz, dando todo de sí en sus palabras, hablando alrededor de su pasado, su presente y sus vivencias en general. Todo esto, en medio de diálogos poderosos. 

El guardián entre el centeno (1951)

La novela narra la historia de Holden Caulfield, un adolescente de Nueva York que a sus 17 años acaba de ser expulsado del instituto. Salinger le da voz a Caulfield, permitiéndole narrar su propia historia en primera persona. 

En su momento, la novela fue muy controversial, principalmente por el lenguaje fuerte y provocador que usaba. Además, retrataba distintos temas que eran tabú para el momento, tal como el acoso y la sexualidad, entendiéndolos como un conflicto en la adolescencia. La novela presentada por Salinger representó un golpe sobre la mesa al ser transgresora y llegar para cambiar ciertas cosas. 

Nuevamente, Salinger muestra los conflictos personales y las crisis existenciales de un personaje, esta vez de un joven de 17 años. Es una visión interesando cómo explora todos los rincones de un personaje que se pasea por pensamientos irónicos y graciosas, hasta algunos de carácter psicopático.