Antonio Gamoneda nace en Oviedo, España, el 30 de mayo de 1931. Dos años luego de la partida de su padre, se traslada a León junto con su madre. Su formación intelectual fue esencialmente autodidacta, aprendió a leer por su cuenta, mirando las letras del único libro de la biblioteca familiar de León, un volumen titulado Una vida superior, firmado por su padre, un poeta moderno revivido en las líneas descifradas por su hijo.
Como el propio autor precisa: «Mi tipo de escritor debe ser el que se pueda dar, a partir de 1936, de la suma de los elementos históricos y biográficos, a grandes rasgos, como sigue: familias pobres familiares, escuelas pequeñas y contemplación inocente de la crueldad moral y el sufrimiento de la Guerra civil y la militarización de la posguerra. Comenzó a trabajar en 1945 como mensajero en un banco, actividad que incorporó durante sus años de bachillerato».
Antonio Gamoneda dio a conocer su primer poema en 1960. Paralelamente, escribe Azul castellano, que en su momento no publicó por motivos de censura. El poeta leonés siempre ha vivido en esta ciudad, donde dirigió, durante muchos años, la Fundación Sierra Pambley, fundada en 1887 por Francisco Giner de los Ríos con los principios de la Institución Libre de Enseñanza.
Aunque cronológicamente pertenece a la generación del 50, su obra está aislada de cualquier inclinación poética. La autobiografía abarca la totalidad de su obra, pero sin una crónica de la experiencia ni un retrato objetivo de la realidad.
Su obra, con su extraordinaria potencia, fue tardíamente reconocida como una de las grandes voces de la poesía española contemporánea, culminando con la cesión casi simultánea de dos de los más altos premios. El Premio Cervantes y el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.
Obras más importantes de Antonio Gamoneda
Descripción de la mentira (1977)
Es uno de los imprescindibles de Antonio Gamoneda. Publicado en 1977 y resumido posteriormente (Madrid, 1989), se presenta aquí en una edición revisada, luego en forma de texto, y un glosario de la misma obra de Julián Jiménez Heffernan.
Libro del frío (1992)
El Libro del frío se presenta como un viaje: comienza describiendo un territorio, luego indica la necesidad de irse, deteniéndose en el medio, buscando refugio en la piedad del amor y al llegar al descanso, la víspera de una desaparición puede ser la muerte blanca o el comienzo de la paz.
Este ejemplar contiene adicional en sus páginas 20 poemas, que simbolizan la extensión que abre paso a la apreciación de la inexistencia. Es la colección de los últimos símbolos a la luz de la desaparición.
Arden las pérdidas (2003)
Su poesía aporta nuevos aspectos a la investigación en su viaje de representación de trayectoria creativa. El secreto obvio de la historia solo se revelará cuando se descubra que los símbolos son al mismo tiempo reales.
La visión de lo perdido y olvidado es también la conciencia existencialista, la conciencia del portador ayudada a pasar de lo inexistente a lo existente.