PolĂ­tica para amador

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Ya que en el anterior libro «Ética para Amador» cerramos el Ășltimo capĂ­tulo con una comparaciĂłn entre la actitud polĂ­tica y la actitud Ă©tica, Savater se vio en la «obligaciĂłn» de crear una nueva textografĂ­a basada Ășnica y especĂ­ficamente en la polĂ­tica. Ambas son formas de considerar lo que uno va a hacer (es decir, el empleo que vamos a darle a nuestra libertad), pero la Ă©tica es algo individual e innata a cada persona, es decir, es ante todo una perspectiva personal, que cada individuo aplica para su diario vivir segĂșn le venga en gana o mejor dicho, segĂșn crea conveniente para el momento, sin intentar convencer a otros de que es asĂ­ como resulta mejor. En la Ă©tica se puede decir que lo importante es estar bien con uno mismo, con nuestras propias acciones, con nuestra conciencia y sobre todo aprender a manejar de manera individual e inteligente nuestra libertad, sin que nadie, Ăłigase bien, nadie meta sus narices en nuestros asuntos. En cambio, la actitud polĂ­tica busca el desarrollo y organizaciĂłn grupal, busca limitar la libertad hasta el punto de que no afecte la del otro; este rollo llamado polĂ­tica no es mĂĄs que una forma de coordinaciĂłn y armonĂ­a mutua. La actitud polĂ­tica a diferencia de la actitud Ă©tica busca convencer al otro sobre ideales y pensamientos (algunos ingeniosos y otros torpes), mientras en la Ă©tica basta con convencerse a uno mismo. De aquĂ­ la gran diferencia entre polĂ­tica y Ă©tica, a la polĂ­tica le interesan los fines justificando los medios, mientras la Ă©tica busca el ordenamiento individual donde el sentir proviene de la conciencia. Para concluir, ni la polĂ­tica, ni la Ă©tica es de un todo sensata, lo importante es participar de ellas y sobre todo nunca olvidar que somos parte de una sociedad, por lo cual nuestras pequeñas acciones pueden afectar gravemente el buen desarrollo de la misma.

Hay existencias

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Ya que en el anterior libro «Ética para Amador» cerramos el Ășltimo capĂ­tulo con una comparaciĂłn entre la actitud polĂ­tica y la actitud Ă©tica, Savater se vio en la «obligaciĂłn» de crear una nueva textografĂ­a basada Ășnica y especĂ­ficamente en la polĂ­tica. Ambas son formas de considerar lo que uno va a hacer (es decir, el empleo que vamos a darle a nuestra libertad), pero la Ă©tica es algo individual e innata a cada persona, es decir, es ante todo una perspectiva personal, que cada individuo aplica para su diario vivir segĂșn le venga en gana o mejor dicho, segĂșn crea conveniente para el momento, sin intentar convencer a otros de que es asĂ­ como resulta mejor. En la Ă©tica se puede decir que lo importante es estar bien con uno mismo, con nuestras propias acciones, con nuestra conciencia y sobre todo aprender a manejar de manera individual e inteligente nuestra libertad, sin que nadie, Ăłigase bien, nadie meta sus narices en nuestros asuntos. En cambio, la actitud polĂ­tica busca el desarrollo y organizaciĂłn grupal, busca limitar la libertad hasta el punto de que no afecte la del otro; este rollo llamado polĂ­tica no es mĂĄs que una forma de coordinaciĂłn y armonĂ­a mutua. La actitud polĂ­tica a diferencia de la actitud Ă©tica busca convencer al otro sobre ideales y pensamientos (algunos ingeniosos y otros torpes), mientras en la Ă©tica basta con convencerse a uno mismo. De aquĂ­ la gran diferencia entre polĂ­tica y Ă©tica, a la polĂ­tica le interesan los fines justificando los medios, mientras la Ă©tica busca el ordenamiento individual donde el sentir proviene de la conciencia. Para concluir, ni la polĂ­tica, ni la Ă©tica es de un todo sensata, lo importante es participar de ellas y sobre todo nunca olvidar que somos parte de una sociedad, por lo cual nuestras pequeñas acciones pueden afectar gravemente el buen desarrollo de la misma.

Autor

Estado

Bueno

NĂșmero de pĂĄginas

297

Editorial

Ariel

Idioma

ISBN

9788434411098

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