n«¡Indignaos! Hoy se trata de no sucumbir bajo el huracán destructor del consumismo voraz y de la distracción mediática mientras nos aplican los recortes. ¡Indignaos! Sin violencia. Como cantara Raimon contra la dictadura: Digamos NO. Actuad. Para empezar, ¡Indignaos!» JOSÉ LUIS SAMPEDRO
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nCuando alguien como StĂ©phane Hessel llama a la «insurrecciĂłn pacĂfica», a desperezarse, a rebelarse, hay que escucharle. Porque Hessel sabe de lo que habla: miembro de la Resistencia francesa, superviviente de Buchenwald, militante a favor de la independencia argelina y defensor de la causa palestina, este eterno luchador fue, además, miembro del comitĂ© que redactĂł la DeclaraciĂłn Universal de los Derechos Humanos de 1948.
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nPor eso, cuando reclama «un motivo de indignaciĂłn» para todos hay que hacerle caso. Porque «las razones para indignarse pueden parecer hoy menos nĂtidas o el mundo, demasiado complejo», pero siguen ahĂ, en la dictadura de los mercados, en el trato a los inmigrantes, a las minorĂas Ă©tnicas. «Buscad y encontrarĂ©is», nos dice, «coged el relevo, ¡indignaos!», porque «la peor actitud es la indiferencia. Si os comportáis asĂ, perdĂ©is uno de los componentes esenciales que forman al hombre: la facultad de indignaciĂłn y el compromiso que la sigue». Un mensaje que ya ha contagiado a millones de personas en todo el mundo.







