Otoño caliente

Otoño caliente supone la definitiva consolidación de Vizcaino Casa como narrador fácil, directo y de admirable humor. Crescencio Bermejo, el protagonista de la novela, es un personaje diseñado con trazos firmes, y los 67 años que vive en la ficción permiten al autor efectuar un ameno recorrido a través de la historia española, a partir de su nacimiento, el mismo día del desastre de Annual, hasta los actuales momentos de prepotencia socialista. Son frecuentemente las alusiones sarcásticas y las criticas  burlonas, tan celebradas siempre por sus fieles lectores, y especialmente amena resulta la segunda mitad de la novela, donde realiza un análisis, regocijante y profundo, de algo últimamente muy boga en nuestro país: el súbito enamoramiento de un señor maduro, tirando a viejo, por una jovencita que podría ser su hija e incluso, a veces, su misma nieta.