Danny es una adolescente cuya vida no es demasiado fácil. Vive con su madre, una enamorada del teatro, y no conoce a su padre más que por la fotografía que hay en la estantería del salón. Su madre siempre ha sido una mujer bastante extravagante que le ha contado a su hija miles de historias sobre su padre. Danny decide escribirle una carta. Él por fin aparece y Danny se da cuenta de que la realidad no tiene nada que ver con las fantasías de su madre. Sin embargo, eso también le sirve para comprender que prefiere las ‘‘locuras’‘ de una madre, que siempre se ha preocupado por ella, que la vida respetuosa de un padre que nunca ha estado allí.